Origen de los cielos y la tierra, LA CREACIÓN (Baraes)

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República Bolivariana de Venezuela
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Instituto Bíblico Metropolitano
Caracas - Venezuela
TEOLOGIA






LA CREACIÓN
(Baraes)




Ponente: Carlos Javier Rondón




Caracas  Julio del 2013



La historia de la creación del mundo se encuentra en Génesis, el primer libro de la Biblia y el primero del pentateuco. Esta historia es importante porque introduce a Dios como el creador del mundo y como el único Dios. Diferente a otros cuentos o fábulas que tratan de explicar el origen del universo, en Génesis 1:1 vemos que Dios actúa solo. Que Dios es creador y que es uno solo es una de las creencias básicas del cristianismo.

Para iniciar este estudio sobre la creación tomare principalmente los dos primeros versículos del libro de Génesis. Y apoyare mis comentarios con otros textos a los largo de toda la escritura. El Hijo de Dios, uno con el Padre, estaba con Él cuando éste hizo el mundo; mejor dicho, a menudo se nos dice que el mundo fue hecho por Él y que sin Él nada fue hecho. Col 1:16

Gen 1:1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
 Gen 1:2  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

¿Exactamente cómo creó Dios al mundo? Este sigue siendo un asunto de gran debate. Algunos dicen que hubo una repentina explosión y el universo apareció. Otros dicen que Dios inició el proceso y que el universo evolucionó a lo largo de miles de millones de años. Casi cualquier religión antigua cuenta con su propia historia para explicar cómo llegó a ser el mundo. Y casi todos los científicos tienen una opinión sobre el origen del universo. Pero sólo la Biblia muestra un Dios supremo que creó la tierra por su gran amor y que dio a toda la gente un lugar especial en él. Nunca sabremos todas las respuestas de cómo Dios creó al mundo. Pero la Biblia nos dice que Dios sí lo creó. Este hecho por sí solo da a la gente valor y dignidad.

El primer versículo de la Biblia nos da un relato satisfactorio y útil del origen de la tierra y de los cielos. La fe del cristiano humilde entiende esto mejor que la fantasía de los hombres sobre la evolución. De lo que vemos del cielo y la tierra aprendemos el poder del gran Dios Creador. Que el hecho de ser creados y nuestro lugar como hombres, nos recuerden nuestro deber cristiano de mantener siempre el cielo a la vista y la tierra bajo nuestros pies. Se nos informa aquí de las consecuencias del primer acto creador de Dios:

En el principio creó Dios: Traducción tradicional de lo que hasta cierto punto es una compleja y debatida fórmula gramatical hebrea. Otras traducciones posibles han aparecido, pero presuponen la existencia de un caos material, un big bam, y hasta de una raza pre adámico antes que comenzara la creación descrita en el capitulo 1.
Me costaba abandonar la traducción tradicional: "En el principio Dios creó el cielo y la tierra", pues es así como la leyeron decenas de generaciones. Más aún, las primeras palabras del evangelio de Juan, "En el principio" quieren precisamente recordar al Génesis.

Algunas traducciones y comentaristas modernos entienden el versículo 1 en forma diferente. Algunos lo consideran simplemente como definiendo la situación cuando Dios comenzó a crear: “En el principio cuando Dios creó … la tierra estaba sin forma … ” Otros simplemente consideran el versículo 1 como un título resumen del capítulo 1. Pero ninguno de estos puntos de vista es como el que ha adoptado la Reina Valera Ampliada 1989. “Crear” es algo que sólo Dios puede hacer, este verbo es usado sólo en relación con Dios en el Antiguo Testamento. El demuestra su poder para crear cosas inesperadas y maravillosas por ejemplo, grandes criaturas en el versículo 21, hombres y mujeres en el versículo 27  y montañas también Núm. 16:30,  Amós 4:13.

Pero la traducción que considero entendible  del texto hebreo haciendo una paráfrasis es: "Cuando Dios empezó la creación de los cielos y de la tierra...”. Aquí trato de insinuar este sentido, sin abandonar la expresión “En el principio”. No valdría la pena insistir en este detalle si no fuera para confirmar la orientación de todo el capítulo.

El autor no quiso afirmar que Dios hizo todo desde los primeros comienzos o, con otras palabras, que de la nada hizo Dios el universo en su plenitud, y luego por alguna causa ajena al poder y la voluntad de Dios se desordeno, tal como lo interpretan muchos. Su propósito era otro. Dejo, pues, a un lado la cuestión de saber si el universo era sin comienzo y me centro en esta afirmación: no había y no podía haber ningún orden o armonía si no fuera por obra de Dios, el que entregó a su pueblo el sentido profundo de la creación.

En cuanto al sentido del verbo "crear", digamos que en hebreo “BARA”,  es propio de Dios, pero no significa "hacer de nada". El sentido es, según los lugares, hacer o formar, producir. Originalmente este verbo encerraba la idea de tallar o suprimir; ese concepto aún se expresa mediante la forma verbal que encontramos en Josué 17:18, que significa derribar árboles para preparar la tierra para la labranza. Esto sugiere que crear es similar a esculpir. Por lo tanto, BARASE la palabra apropiada para describir tanto el proceso de crear algo de la nada como el de moldear lo existente para crear algo nuevo, tal cual hizo Dios al crear al hombre Génesis 1:27 del polvo de la tierra. Dios es siempre el sujeto del verbo BARASE su forma común; el crear es, por lo tanto, un atributo divino. Creó. El verbo hebreo BARASE usa siempre en el Antiguo Testamento 44 veces con Dios como sujeto. El contexto implica que la creación fue hecha de la nada, una doctrina importante que se afirma en Hebreos 11:3  también Salmo 33:6–9; Romanos 4:17; 2 Pedro 3:5. La ciencia puede estudiar las leyes que rigen el universo, pero no puede comprender el origen de lo creado ni del Creador.

Desordenada y vacía, Estas dos frases en hebreo son cláusulas circunstanciales, que describen la condición de la tierra antes de que Dios terminara su obra de creación. Sin orden, sin continentes, islas, o mares definidos; vacía,  sin vida de ninguna clase: vegetal o animal; en tinieblas, la luz no había sido creada aún versículo 3. Algunos ven un período de tiempo indefinido entre los vers. 1 y 2 que da lugar para explicar pasajes como Isaías 45:18. Que dice: Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro. Y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, una referencia adicional a la ausencia del orden y la belleza que aparecerían dentro de seis días. Ambas afirmaciones revelan que la creación constituyó un reflejo del proceso normal utilizado por Dios para introducir el orden en el caos. El abismo es el océano primitivo que se hallaba bajo la tierra, Génesis 7.11 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas.

La afirmación de que "la tierra estaba desordenada y vacía", proporciona el entorno para la narración de la creación que aparece a continuación. Durante el segundo y tercer días de la creación, Dios dio forma al universo; durante los tres días siguientes, Dios llenó la tierra con seres vivientes. "Las tinieblas… sobre la faz del abismo", se disiparon el primer día cuando Dios creó la luz.

Se movía connota algo que no permanece estacionario. El Espíritu Santo es el brazo ejecutivo de la Trinidad, por lo que se mantenía activo mientras Dios pronunciaba cada una de sus palabras. Una interpretación alterna, que señala la posibilidad de que la creación inicial descrita en Génesis 1:1 haya sido alterada, posiblemente a causa de la caída de Lucifer, no es bíblicamente objetable, pero tampoco es verificable.

El hombre de hoy, como el de hace veinticinco o treinta siglos, sigue planteándose algunos interrogantes fundamentales sobre su misma existencia. Por eso no han perdido actualidad estos capítulos, que tratan de dar una respuesta a las preguntas más acuciantes de la humanidad. El sentido de la vida, la presencia del mal en el mundo, los orígenes del cosmos y del hombre. Estos textos sitúan la historia del pueblo de Dios en el cuadro de la historia universal. Empezando la creación.

Día 1: En el primer día Dios creó la luz y la separó de las tinieblas. Dios vio que la luz era buena y así concluyo el primer día. Nota que el pasaje no dice que Dios creo la oscuridad y que la considero buena. A la luz llamó día y a la oscuridad noche. Génesis 1:3-5
Día 2: En el segundo día de la creación Dios separó los cielos y la tierra. Dios hizo esto creando un espacio para separar las aguas de la tierra con las aguas de los cielos. Génesis 1:6-8.
Día 3: Dios continúo organizando su creación en el tercer día. Agrupó las aguas y las llamó mares y dio a revelar la tierra seca. Ya para este punto las condiciones eran adecuadas para la vegetación. Dios ordenó que la tierra produjera toda semilla, planta y fruto. Génesis 1:9-13.
Día 4: En el cuarto día Dios creó el sol, la luna y las estrellas. Recuerda que la luz ya existía desde el primer día. El propósito de estas estrellas, por lo menos en el verso 14, dice que eran para distinguir entre el día y la noche, y para darnos un sentido del tiempo. Dice que por el sol, la luna y las estrellas podemos marcas las estaciones, los días y los años. Desde la antigüedad han habido culturas paganas que adoran al sol y a la luna como dioses. Otros creen que las estrellas pueden revelar el destino de una persona. En este pasaje Dios nos da a entender que él está sobre estas cosas. No hay divinidad en el sol, ni en la luna, ni en las estrellas. Son parte de la creación de Dios y sirven el propósito que Dios a determinado dentro de la naturaleza. Génesis 1:14-19.
Día 5: Los primeros animales llegaron en el quinto día de la creación. En esta etapa la creación se estaba poniendo más compleja. Los mares fueron llenos de peces y otros animales marinos. Los cielos fueron llenos de aves. Dios los bendijo y los ordenó a multiplicarse. Esta primera bendición empezó un proceso natural que nada ni nadie ha podido parar. Mientras Dios diga, la vida siempre va a producir vida. Sea de un animal o de un ser humano, la vida es un milagro de Dios. Génesis 1:20-23.
Día 6: El punto culminante de la creación ocurrió en el sexto día. Primero, Dios ordena que la tierra produjera todo tipo de bestia. Todo animal que corre, brinca y se arrastra vino en existía durante el día seis.
El verso 26 Dios cambia su tono al crear el hombre. En los días previos vemos que Dios ordena una acción. Vemos frases como "Dios dijo hágase…" o "Dijo Dios: Prodúzcase…". Ahora Dios dice "Hagamos al hombre en nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Esto no fue un mandamiento a la creación como lo fue cuando el ordeno que la tierra produjera vegetación, los mares peces y los cielos aves. La creación del hombre fue una obra muy personal. Muchos usan el este verso como evidencia de la presencia de la Trinidad.
El versículo 27 se puede leer como una celebración de la humanidad. Dice: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". Es como un corto poema dentro de la narración.
Al final de las obras anteriores Dios vio que su creación era buena. En esta ocasión Dios expresa un poco más de gozo al reflejar en la creación de este día y dice que lo que había creado "…era bueno en gran manera". Génesis 1:24-31.
Día 7: Dios descanso el séptimo día y lo declaro un día santo. Tradicionalmente el séptimo día es el sábado. Génesis 2:1-3.
La creación en Génesis 2: El segundo capítulo de Génesis da un breve resumen de la creación pero mayormente se enfoca en la creación de los primeros seres humanos. Es como si pusieras una lupa sobre los versos de Génesis 1:26-28 para ver los detalles. Es en el segundo capítulo que vemos los nombres de Adán y Eva y su lugar en el huerto del Edén.


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